jueves, 5 de septiembre de 2013

EL VOLUMEN DE LA FELICIDAD

- Sabes, ayer en la presentación de un nuevo programa de televisión oí algo que me llamo la atención… el eslogan era “vamos a dar la oportunidad a diez personas a que sean felices”

-Tú y tus cosas, a ver con que me sales ahora, siempre estas analizándolo todo, intentando detallar, averiguar, seguro que será otra de tus boberías…, siempre hablas de lo mismo, emociones, sentimientos, sensibilidades…

-  Ya, si, si, tú en “tu línea”… pues mira, resulta que en ese programa van a intentar hacer adelgazar a esas 10 personas y automáticamente “serán felices” y pensé… ¿Cómo se hará eso? ¿Serán capaces? ¿Qué clase de vínculo une el peso con la felicidad?

- Pero ¿tú eres tonto o qué? Está clarísimo, la gente pasada de quilos es infeliz, no tiene vida afectiva, esta mal vista en nuestra sociedad, tienen pocas posibilidades de encontrar trabajo ¡es que no sé tú en qué mundo vives! Ah!!! Y tenemos también el tema de la salud, está demostrado que tener sobrepeso afecta a la vitalidad de las personas…

- Y según tu además ¿podríamos decir que por ese orden?

- ¡Claro! ¡Sin duda!

- Pues amigo mío te diré algo, estoy de acuerdo en que hay que mantener un equilibrio físico razonable, moderar la alimentación, hacer ejercicio y todo eso nos proporcionará calidad de vida, pero de ahí a la felicidad, va una eternidad…

- ¿y cuando dices que empieza ese programa?



- Ajjjjjjjjjj! (lo mato) No lo sé, estaba mirando unas pinturas y escuchando la televisión al mismo tiempo y deje de prestar atención, entenderás mis razones, supongo… por cierto las pinturas eran de Fernando Botero, un pintor y escultor colombiano y pude ver retratos de mujeres y hombres, sus sentimientos, pasiones, creencias, costumbres, su cotidianidad, sus relaciones interpersonales, mitos, leyendas, manifestaciones culturales, así como  acontecimientos y personajes históricos, sociales y políticos, hitos del arte, hasta objetos y  animales, en general todo estaba condicionado a una volumetría exaltada, es decir “GORDO” “GRANDE” “AMPLIO” y no vi más infelicidad, ni más amargura por ese motivo, todos eran iguales en aspecto, tal vez esa es la razón…pero este es otro tema….   


Me llamo Pedro L. Villalonga y Cardona y peso más de lo autorizado por esta sociedad, me siento en cierto modo auto realizado, ¿feliz? Quizás sí, quizás no, me lo reservo para mí y mis círculos íntimos y afectivos, aunque jamás, este aspecto de mi vida  estará vinculado a mi peso, para eso tengo algo mucho mejor, me lo ha regalado la naturaleza y yo lo he trabajado mucho…ese obsequio del que hablo, se nos proporciona a todos los seres humanos…  
 
 

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