sábado, 28 de enero de 2017

LA AMARÉ SIEMPRE



Me gusta la soledad, declaró ella  
aquella que es sustantividad propia
riqueza espiritual…
El silencio del sol
mi sol disfrutado en la noche.

Soy libre, me dijo
entonces, yo sentí ser y no ser
fue mi instante…
El estruendo del desconcierto.

Te amo le confesé
¿Compartirías inherencias abstractas?
Tus brazos son emancipación, contestó
entonces cree y creí, la amé.

¡La amaré siempre!


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