jueves, 28 de mayo de 2020

Historias sin fin




Mi ingenio se desvela
y te descubre desnuda y sentada, leyendo…
Aparece un elixir armonizado
procede de un sueño con vistas
de tú cáliz, que a modo de carúncula me invita 
y nuestras miradas son cómplices de cierta parsimonia
dónde los olores, son ingrediente principal.

Entonces, se alza una copa de vino a modo de celebración
y es cuando aquellas piernas se explayan anhelantes
muestran sabores y tonalidades osadas y audaces
donde todo es sin ser
donde siempre y nada habitan a perpetuidad
donde se narran historias sin fin
donde la permanencia es la belleza de erosión intangible
donde el quebranto en leyes de la gravedad
y la tentación de humedades manifiestas
me recitan donde ese donde eres tú.


Fotografía
Laura González©

lunes, 25 de mayo de 2020

Sensible, salvaje e inocente



Hay esperas fructíferas
junto a tormentas y deserciones
que imaginan memorias
en elevaciones imposibilitadas
y a su vez, generan fuego de huellas.

Hay sucesos sin sentido
que giran sobre sí mismos
que nos cuentan historias
olvidando sus personajes
en el océano imaginario
de lo inesperado.

Hay movimientos detenidos
en cárceles con travesaños y caricias
en tiempos de cautela y máscaras
a la espera de ser liberados
de entretelas sensibles
y su naturaleza salvaje.

Fotografía:
Laura González©

jueves, 21 de mayo de 2020

La eternidad de una ilusión



Tras una eternidad que es el hospedaje de un instante
observas que el tiempo es un festival complejo de la ausencia
y contemplas un lugar para volver, para contar y para nunca olvidar.

Y a veces llegas antes, a veces a la vez que nada, y todo y nunca
entonces aparece algo, una conversación sin rutinas acerca de la vida
respondes a preguntas inexistentes
y tú y todo, sigue sucediendo.

Y cuando crees que le has pasado desapercibido al equilibrio
te preguntas, ¿Y cuándo es el momento?

Sin ser víctima de lo absurdo del espacio
reconoces que ilusión es cordura.


Fotografía:
Laura González©  

lunes, 11 de mayo de 2020

Mirarse al espejo



Y aprendí del silencio
palabras ocultas
modos de vivir
carentes de existencia
destinos inciertos
que brillaban con luz propia
junto a disimilitudes
que fueron referente.

A veces agonicé
en espectáculos inesperados
donde mi propia obra
era revelación divina
en la inherente subsistencia…

Apólogos con destino a la caedura.

Ahora sé, que todo fue un sueño
soy naturaleza y esencia
de un aticismo con vocal ilustre
que ahora proclamo
a modo de trova
para quien como yo…

Desee mirarse al espejo.