Y
aprendí del silencio
palabras
ocultas
modos
de vivir
carentes
de existencia
destinos
inciertos
que
brillaban con luz propia
junto
a disimilitudes
que
fueron referente.
A
veces agonicé
en
espectáculos inesperados
donde
mi propia obra
era
revelación divina
en
la inherente subsistencia…
Apólogos
con destino a la caedura.
Ahora
sé, que todo fue un sueño
soy
naturaleza y esencia
de
un aticismo con vocal ilustre
que
ahora proclamo
a
modo de trova
para
quien como yo…
Desee
mirarse al espejo.
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