El se
había acomodado a la vida…
esta parecía
creada para satisfacer su emotividad afectiva,
inicios…
ámbitos alimentados con energías de conductas predispuestas e instauradas,
con
el tiempo, sus esencias olvidaron sustancias…
Un
día, el trató de tomar la vida por su sugestiva cintura,
ansiaba
sentir sensaciones cercanas, contiguas e inmediatas,
eran
ya muy familiares los perfiles, siluetas y trazos…
llegó
a deshora, había olvidado todas las capacidades armónicas.
Sin
duda su última coreografía conocida…
Pedro
L. Villalonga y Cardona
No hay comentarios:
Publicar un comentario