martes, 30 de diciembre de 2014

COSAS BONITAS


“Nunca desistas de un sueño, sólo trata de ver las señales que te lleven a él"


Paulo Coelho

Siempre rescato los sueños...
sigo besándote en el aire,
desnudo pensamientos e intento tocarte,
quisiera encontrarte en casa,
mi puerta está sin llave,
para que puedas entrar sin llamar…
¡No quiero dejar de amarte!
Quiero decírtelo todo,
que fácil sería quererte, respirarte,
Y es que te adoré desde aquel instante ¿recuerdas?
simplemente sigo amándote…  

Viven en mí todos tus recuerdos, cosas bonitas, quizás… más bonitas…

Pedro L. Villalonga y Cardona

jueves, 25 de diciembre de 2014

SIENTO UN VACIO




Porque tu mano aún no se ha ido de entre las mías,
porque tus ojos aún dan luz a mi horizonte,
porque vivo contigo en todas las cosas,
porque mi sensibilidad retiene tus palabras e imágenes,
porque mis sueños se detienen siempre en ti,
porque en ellos, mi mano aún pasea por tu cabello,
porque estás enfrente y en mi vida, siempre,
porque sería poco consecuente perderte y todavía he de abrazarte.
Aun así, siento que algo de ti se ha ido hoy un poco de mí…


Pedro L. Villalonga Cardona

martes, 23 de diciembre de 2014

LOS IMPROVISADOS ESCENARIOS



“Allí está el fastuoso escenario de la vida para los que saben mirar un poco”.

Doménico Cieri Estrada



Seamos tranquilos, serenos, constantes y creativos…
Dejemos que nazcan brisas en apariencia, soñemos,
leamos aspectos estridentes del silencio basado en algarabías,
busquemos balancines, trapecios y mecedoras inmóviles,
hagamos uso de palabras pactadas en aquel horizonte,
olvidemos conductas circunscritas a lo remoto y arcaico…
Si, demos paso a la vida palpable en lo inmaterial,
implantemos improvisados escenarios, vivamos. 

Pedro L. Villalonga y Cardona

miércoles, 10 de diciembre de 2014

A LAURITA


"Uno más uno es uno, si la suma somos tú y yo".

Ricardo Arjona


¡Espera! que te ayudo, ya sé que tú sabes hacerlo, que puedes sola... Pero desde mi posición me cuesta menos que a ti... Para eso somos lo que somos...
No creas que eres más débil porque lo haga yo, no eres menos, es que es más simple así y sabes... Para que complicarnos la vida con fortalezas y debilidades mal interpretadas si somos una simple armonización...

Quiero ser todo lo que yo pueda, por y para ti, simplemente porque te quiero, porque sé que tú harás lo mismo por mí y recuerda,  aquí no hay lástimas, solo ternura y afecto. Las cosas que hacemos son debidas a nuestro acuerdo, nuestro pacto... Porque nos amamos, porque así lo decidimos detrás de aquella puerta y fue algo libre, pensado y bonito... Con toda la conciencia por ambas partes... Por eso seguimos, por este motivo andamos uno al lado del otro, ni delante, ni detrás... Al lado y tomados de la mano, como aquel primer día... ¿Recuerdas? 


Pedro L. Villalonga y Cardona

miércoles, 3 de diciembre de 2014

EPITAFIO, ELLOS NO LO SABÍAN…


“Llamo rumiantes a los hombres que se pasan rumiando la miseria humana, preocupados de no caer en tal o cual abismo”.

Miguel de Unamuno


Vivimos en elemental colectividad, nos intuimos por simple semejanza
no nos pensamos, nos equiparamos, no nos interpretamos, nos ojeamos,
no nos cultivamos, solamente estudiamos, no descubrimos, no investigamos,
otros lo han hecho ya por nosotros y en este decadente lugar deambulamos.

Si la libertad es lo que nos define, la opinión es quien debe unirnos,
la discrepancia acercarnos, ya que disentir no es rivalizar, es enriquecer…
opinar es perfeccionarse, y conversar, remontar juntos. Aproximar es un contraste, verificación de una enorme y solida capacidad vital.

Cuando alguien fue entrañable, tierno y afable, este suele ser su epitafio:

Cuando en apariencia no queda nada, en realidad todo permanece, en nosotros reside una definitiva e incondicional belleza, nuestros recuerdos… el vínculo que se estableció en su momento nunca prescribe, es la vida simplemente, un pacto establecido con anticipación.

Es triste, pero preferimos dejarlo por escrito, para que sea visto y si lo anunciamos sobre maderas nobles y en letras doradas, mejor todavía, ¡cuánto se querían! dirá la gente ¡cuánto se amaban! Pensarán…

¡Pero la realidad es que ellos no lo sabían!

Pedro L. Villalonga y Cardona

lunes, 1 de diciembre de 2014

SERÁ PRIMAVERA EN DICIEMBRE


“La abracé para quererla mucho y me abrazó para protegerme mucho. Ese silencio fue sonoro. A veces, ayer como hoy, se escucha el amor cuando más callado estás”.


Màxim Huerta


Te siento, pero no estás… casi nada de ti atesoro, quizás esas palabras que provienen de un remoto aroma a chiribitas y verdes plantíos… al fondo, un saxo destartalado y junto a él, silencio. Que dramática escena es encontrar tu apariencia en mis pupilas y todo ello frente a un vetusto espejo. Y es que ocupas ya una parte de mí, no te siento en mi corazón todavía, no puedo, solo mi cerebro te percibe, pero donde realmente en blanco te verso y te invento es en mis venas, si, recorres sin clemencia mi alma.

Me asaltas, me atacas, me invades una y otra vez, cual ciclo vicioso… vives en mí y lo sabes, después, ignoras mis indiscretos suspiros, no justiprecias mis curiosas, pícaras y traviesas sonrisas que te lanzo en forma de pequeñas e irónicas flechas que como ambos sabemos jamás se desvían y cada vez llegan a su destino final… en realidad todo esto me sorprende y me supera, pues jamás tuve buena puntería ¿Qué significado le doy a todo ello? Amor, felicidad, obsesión, acaso locura aderezada con convenientes matices azules, violetas y verdes turquesa que sin grandes alardes en ocasiones alcanzan el rojo pasión…

Quiero que sepas que daría la vida por besarte, que me aterra la idea de morir si sé que mi cielo será tu recuerdo, pretendo vivir por ti y bajo los preceptos del amor verdadero… tal vez mi lengua será el jazz y el saxo ahora ubicado en la indigencia armónica, su instrumento, deseo sosegarte con mimos que arrullen tus oídos, quiero desnudar tus deseos, mordisquear tus nostalgias y hacer que transpires alegrías en cada uno de los poros de tu cuerpo.
Mírame, estaré contigo, tócame estaré bajo tus pestañas, sonríeme, tu, yo… nosotros, siempre… ámame y será primavera en diciembre…  

Pedro L. Villalonga y Cardona