“Verte,
oírte, y no amarte... no es humano”
Silvio
Pellico
Pienso que la verdadera libertad tendrá
que ver con esa brisa que entra por la ventana, la que hace que se agite la
cortina. Esa música que tanto me gusta y tanto te gusta sonando y soñando allá
a lo lejos.
En realidad se oye con una proporcionada integridad
que me lleva a presentirte, es la casi eterna
eternidad del sonido que desprende tu sombra de silencio al rozar suavemente
contra el relieve de montañas y valles, mares y océanos, islas y olas, es mi eterna
sensación de tu aroma y es mi libertad.
Pedro L. Villalonga y Cardona
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