Trato de abrir
esa puerta que conduce a otro tramo de mi vida ¿Qué lado, que vida? Sin
buscar espejos empujo y empujo, aunque en el fondo simplemente espero encontrar
tu mano, tu caricia… ese beso con sabor a miel y canela unido al olor a azahar
y romero de esa plazoleta, si, esa que sin ser nuestra lo es…
Quizás no me
creas, pero es que yo no entiendo de olvido… Viví contigo un ayer que carecía
de mañana. Ahora contemplo desde donde me hallo este vacío que me asombra, deshilo
aquellas palabras que eran un sueño de verano donde alzaba mi voz de silencio a
tu oído, conteniendo mi aliento y esperando encadenarme a tu vida, la máxima
libertad que me ha sido concedida.
Y te acaricio, y te beso en mi sueño, dejándolo crecer sin parar…
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