Te
encontré en esas calles
donde
huellas y esencia
son
miedos que ceden…
Te
hablo de cierta magia
que
está por descubrir
tal
vez
un
conmovedor y nuevo origen
susurrando
en parte el momento.
Te
sueño en designios pautados
donde
no hay tristezas
y
la distancia rendida
se
convierte en caricia.
Te
vivo a instantes perfectos
cálidos
y húmedos
y
lengua con propósitos sobresalientes
al
llegar a conocer nuevos lugares de ti.
Inspiración
y conversación
son
leve caída, enseñanza
donde
“lo escribo para ti”
llega
y llena recónditos precipicios.
Es
gama tonal absoluta
matices
espectaculares
con
sustancia y forma propias…
Donde
somos quienes somos
no
quienes quieren que seamos.
Y
no hay demora posible
tampoco
interrupción
es
tiempo de ti conmigo
donde
darte la mano
es
ser tu mismo…
Esencia
ígnea del deleite.
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