Mi perspicacia en ocasiones difiere de las opiniones del alma,
intento llegar al entendimiento, pero que soy yo sino juez y parte,
¿puede el ingenio dominar al talento?, la inteligencia ha de actuar con sutileza,
pero es mi alma quien me posee y el alma ama con devoción a su posesión,
con lo cual la inteligencia no puede defraudar al ente que lo complementa,
obviamente, un ser sin sensibilidad emocional, nunca se sentirá complacido…
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