lunes, 4 de agosto de 2014

LA INTELIGENCIA DE LOS SENTIMIENTOS



"El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean"

Oscar Wilde 

En ocasiones se hace difícil desgranar los porqués de las sensibilidades u emociones de las personas. En realidad, somos seres complejos e imperfectos debilitados por circunstancias que nos dejan en apariencia sin alternativas a nosotros mismos. Es así y nos acostumbramos a ello con demasiada facilidad. La realidad es que no cerramos etapas, simplemente nos ahuyentamos de ellas. Somos como esa nube anudada al cielo, toda esa masa de vapor de agua suspendida en la atmósfera que en realidad oscurece o encubre otra. No nos sentimos capacitados para dar la independencia necesaria a esa sustancia líquida, inodora e insípida. Ella nos transformaría cual libélula en su hábitat, si esta fuera vertida en el lugar y momento apropiados… Se ha implantado a perpetuidad que los sentimientos son la parte del ser humano opuesta a la inteligencia o a la razón. Cual espada clavada en la roca, son simplemente catalogados como intuiciones o presentimientos confusos e irracionales. Nada más allá del desacierto, de los conceptos libertad, sinceridad, confianza y porque no, la sencillez que en objetividad debería definirnos. Somos capaces de andar en toda ocasión con los zapatos de otro, sin ser elevados a la calidad de ángel… Me gusta escribir, escribiros, es un ejercicio que me libera, me lleva a los mundos que en el momento de ser descritos son simplemente la necesidad oculta de mi propia realidad. Es en muchos casos la prolongación no satisfecha de mi existencia. Cual vela al viento avanzando lentamente, conociendo de un modo insuperable el recorrido ya navegado y todo ello caligrafiado en un manuscrito que se convertirá, junto a mis futuras proezas, en mi legado. Todo ello sin premios, trofeos ni copas, o tal vez si, quizás mi retribución será haber llegado con la vida plena a la muerte…y éste es mi único deseo.

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