“Sé muy bien de
qué estoy escapando pero no qué es lo que estoy buscando”.
Michel de Montaigne
¿Dónde crees que se acaba el mar? No, no me
contestes…
Qué bueno es tener un lugar donde converger
con los haberes, la comprensión y ser un virtuoso de la ilusión, pasión de
vida.
¿Hasta dónde crees que soy capaz de llevar
mis palabras? Espera…
Maravilloso es saber que llegaremos al fin a la
bóveda de colores, donde se halla la infinidad, con toda su inmensidad, el
piélago…
Un lugar donde nunca perderemos el rumbo, el
mar perpetúa el silencio dormido del ayer y del olvido.
Ya no existe el no ser, el estrecho sentido
de envolvernos en algo, un atardecer sosegado… y me encantaría que me
respondieras ahora, si.
Pedro L. Villalonga y Cardona
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