“En la
vida, lo más triste, no es ser del todo desgraciado, es que nos falte muy poco
para ser felices y no podamos conseguirlo”.
Jacinto
Benavente
…Y hubo un tiempo en que
nada germinaba, la escasez absoluta reinaba sobre esa tierra y nada
absolutamente florecía, ni tan siquiera lo cultivado con ternura, arrumacos y
mimos.
Un día, en aquel momento
en el que nace el instante perfecto, todo cambió, llego una pequeña luz… diminuta, el casual azar haciendo uso de un
género complejo custodió la pequeña llama, y esta creció, se convirtió en una
hoguera incombustible, se renovó ensalzando virtudes ocultas, presentes ya en
sus inicios… es el hoy, simplemente un hermoso jardín, una preciosa floresta en
busca de su propio edén!
Pedro L. Villalonga y Cardona
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