“No existe la
casualidad y lo que se nos presenta como
azar surge de las fuentes más profundas”.
Friedrich
Schiller
Fue contigo… en la confluencia del camino, eras cautivante
y a su vez elemental persistencia, fue un lugar donde cruzamos diferentes afinidades,
recuerdo que aletargaste la tarde... la melodía, una cadencia de tiempo.
Una sincronía casi casual y a su vez pretendida nos dejó
solos, yacimos en un lugar prohibido, divulgamos sensualidad sobre la tierra… Ella
hizo verter tinta en un espacio vacío… se asentaron trazas, tu aroma…
La belleza siempre está en lo perdido, lo que bautiza las
sombras impregnándolo todo, fueron momentos de ternura humedecidos de agua,
tierra y morapios, lloraron las rocas y engendramos un coctel con lo clandestino.
Con el tiempo, fue tu silencio tan complejo… que quizás
todo fue un sueño que nos hizo la cama, pero mis lágrimas tapadas mojaron mis
ropas o fue la sombra del agua…
Pedro L. Villalonga y Cardona
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