Vidas e
instantes distintos y distantes,
amores que
nacen ya eternos…
días sin prisa,
con lluvia de afectos.
Y nacen
horas sin momentos,
sin sentimientos
perfectos,
y es que tal
vez si existan los sueños por cumplir.
¡Pero no! no
somos de barro,
vivimos ya
en lo infinito, en el inicio del camino,
pues recíproco
amor es el que yo he sentido.
Creamos
futuro en nuestro ayer
y ahora simplemente
quiero atender tu mirada,
esperando ese
guiño, para correr a tu lado.
Deseo
estar junto al sol, en tu playa,
acariciándote
en la levedad de la brisa,
quiero que
recuerdes mis dedos al rozarte en la nada.
Amor mío,
yo vivo ya en tus labios,
sigamos soñando,
pues vivo a tu lado
te amo con
toda mi ternura…
Cada una
de mis rosas te ofrecerá una nueva razón.
Pedro L.
Villalonga y Cardona
No hay comentarios:
Publicar un comentario