Lo prometido es deuda. Sabes querido amigo
que esta poesía te la debo. La escribí para un concurso literario al que al
final no pude presentarme porque no me salieron los 500 versos que pedían en
las bases, así que es un esbozo de un sueño incumplido. Cualquiera de tus
lectores/as podrían sentir las mismas cosas que yo cuando te leo. Gracias por
conservar con recelo todos mis escritos y por animarme a escribir. Y gracias
por los ramos de margaritas que envías en mis cumpleaños, para que no eche de
menos ese regalo que fue habitual durante años. Te quiero mucho gato, y lo
sabes! 😉Aunque no hablemos lo
suficiente y ni siquiera nos conozcamos en persona, nos hemos descubierto en
cada letra y en cada "Buenos días, princesa"
Espero que te guste y que lo conserves en tu baúl de gato. 😝
“POETA”
Puede
usted enmendar mis sueños con palabras.
Desarraigar deseos,
cumplir promesas
y emanciparlas.
Me guarece de sombríos desengaños.
Provocándome sosiego y dulce calma.
Usted
me rescata cada tarde del olvido.
Me atrae,
me soborna con cauta astucia,
y me ciega con delirio.
Me hace suya sin saberlo,
Sin saberlo es usted mío.
Sus
letras desordenan devaneos
Me transportan al abismo
Y me vuelven al deseo.
Impasible
me deslizo
Por la estera que conduce
A la agónica batalla
Que me ciega, que me abduce.
Sus
letras tan insurgentes
Que mi alma descalabran
Desordenan las razones
Y vulneran esperanzas.
A
la vez que me sustentan
Siento que paralizo
Van menguando mi existencia
Y me muero con su hechizo.
No
les pongo resistencia
Entre el quejido sin tregua
Del paraíso y la guerra
Entre el suspiro del llanto
Y lo soberbio de la espera.
Sus
letras han conquistado
Cada una de mis horas
Son las dueñas de mis fuerzas
Y el miedo que me devora.
Me
crean incertidumbres
Me acurrucan en auroras
Me hacen vibrar de espanto
Y navegar entre olas.
Me
sostienen con su abrazo
Suscitando la contienda
Que entre horizontes y ocasos
Hacen que el amor entienda.
Tus
letras tan elocuentes
Que en lo absurdo me describo
Me asusto de reencontrarme
Y a la vez también me admiro.
Se
confluyen los anhelos
En los tiempos del delirio
Y sucumbo en sus moradas
Llenas de cruel martirio.
Nadie
sabe lo que siento
Es un amor enfermizo
Siento que mi alma vaga
Y entre versos agonizo.
Siento
que me despierto
Que me escondo
Que me eclipso
Me confundo entre volcanes
Y vuelo sobre espejismos.
Voy
andando sobre nubes
Contra el aire me derrito
Y el patético contraste
Hace mi yo, infinito.
Tus
letras
exageran entusiasmos
Con patrones inconexos
Delimitan mis fracasos
Y roban todos mis besos.
A
la vez van conectando
Nuestras vidas con dialectos
Son la creencia inaudita
Son mi único universo.
Cuando
veo lo que escribe
Cuando leo lo que calla
Mi vida se descompone
Entre notas y palabras.
Puedo
ser yo sin disfraces
Puedo quedar desarmada
Y aventurarme a la guerra
Sin importarme quien gana.
Puedo
quedar confusa
Entre anhelos y placeres
Disfrutando de la dicha
De saber que tú me quieres.
Van
calando en lo profundo
Y despiertan el tsunami
Que en irreverente verbo
Mezcla de olores y gestos
Una vez más me desnudan
Llevándome a lo perverso.
Dejo
que me sorprendas
Con tus letras in fraganti
Y me asombro al ver tus soles
Y tus lunas importantes.
Me
obligan a que me busque
En tus bosques de esplendores,
Tus manantiales, tus ríos
En tus odios y tus amores.
Tus
presagios, tus remilgos,
Tus manías, tus rencores.
En los deseos impuestos
En todas tus decepciones.
Tus
letras saben que habito
Por todos esos rincones
De ruidos y algarabías
De princesas en tacones
Y en los maullidos de gatos
Asomados en balcones.
Tus
letras tocan el cielo
Me untan de un raro brillo
Que mimetizan amparos
Entre lo justo y prohibido.
Y
entre el baile de amapolas
Y el revuelo de los grillos
Tus letras también invocan
Espíritus escondidos.
Nadie
sabe lo que siento
Cuando leo tus gemidos
Vivo entre puntos y comas
Entre risas y quejidos.
Tus
letras son añoranza,
Son rabietas, son designios
Son las gratas recompensas,
Son vergüenzas, son vestigios.
De
lo dulce de la calma
De lo agrio del destino
¡Ven! No te vayas nunca,
Quiero quedarme contigo.
Tus
letras, almas viejas
Tan superfluas, tan precisas
Que entre tanta controversia
Me sueltan y me cobijan.
Son
las potentes señales
De un naufragio indefinido
Son las luces y la sombras
Que me llevan al exilio.
Sus
rimas son mi bandera
Augurios de buen auxilio
Son el incesante aviso
De que todavía vivo.
Vuelven
a resucitarme
Del olvido y la apatía
Me redimen de pecados
Como nadie nunca haría.
Tus
palabras tienen mucho
Que ver en este suplicio
Que al tenerte y no tenerte
Buscarte se hace preciso.
Tus
letras, ¡tan necesarias!
Que cada tarde un suspiro
Se adueña de mis entrañas
Enredándose contigo.
Tus
letras son ese monstruo
Que me asfixia con su aliento
Susurrándome al oído
Que soy libre como el viento.
Déjame
que me pierda
En tus nexos descompuestos
Que haga mío tus demonios
Y a la vez, tú me hagas verso.
Escrito
por:
Tailiana Yanitza Flores Ramírez.
RESPUESTA
Para
serte sincero te diré que en mis sensaciones contigo – en el arte de crear
cierta intimidad –, siempre seré yo quien esté en deuda contigo… Y lo sabes.
Eres muchas
veces mi fuente de inspiración, mi princesa, que también es mi musa…
Fuiste,
eres y seguirás siendo la idealización perfecta de mis anhelos y deseos.
Ahora, en mis sueños viviré este poema como
si fuera mío, como si fuera un “de mi” que tiene en propiedad un nosotros, si,
un tu y yo disfrutando
de la dicha de saber que tú, me quieres…
Y
si, como hago siempre guardaré este poema en el lugar donde esta todo lo
importante, donde vive el confort del alma y el placer de presencias reconstituyentes.
También
te quiero muchísimo princesa, aunque suene cursi… Aunque en ocasiones te empeñes
en hacerme saber que eres humana.
Habrá
que poner remedio a ese “no hablar lo suficiente” y a ese conocernos en persona,
así como volver a poner en práctica un “buenos días princesa…”
Quizás,
en algún momento podamos escribir juntos usando la misma pluma, con aromas a
mar y tactos arrebatadoramente excitantes…
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