Tú estás ya en ese borde, en ese labio del arcén
donde el asfalto saca la lengua a la voz sin ser de mala educación… Ya no sé si respondo a tus manifestaciones
creativas o simplemente a lo que engendra o sugiere tu voz sin palabras.
Me encanta abrir nuevos itinerarios, crear
lugares que en realidad son combinaciones o permutaciones de espacio – tiempo que
se llaman “te creo” y a veces, en contadas ocasiones se elevan a un “te quiero”,
con mucha ternura, sin ausencia de miedos y con muchos medios.
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