Y se me ha ocurrido que simplemente debimos
tener más cuidado, ser minuciosos e incluso fieles a la antigua usanza, que en
ocasiones tu verano fue mi invierno, entonces ardí cuando no debía y en
consecuencia causé gelidez en ti…
Es por eso que hoy prefiero a la primavera,
incluso la de la vida… Aunque ahora sea otoño ahí, en el entretiempo de las
siluetas y perfiles sin ademan.
Creo, que tal vez la madurez no estaría mal con
tu música, sé que es maravilloso vivir en una sensación creada por la cuerda de
tu guitarra, tal vez de esa guitarra que una vez fue tan nuestra y del pasadizo
que sin hablar nos condujo a ese lago lleno de botes sin remos.
Sigo en mi playa y el calor es extremo, aun así
a veces incluso sueño que me respiras, pienso que te veo al otro lado de la
calle y como antaño me engaño y… Disfruto de esa cadencia tuya al andar… Al andar
de tu mano.