Entiendo tus ganas, tu
necesidad de vivir, de soñar, de sentirte plena y observar que a medida que
pasa el tiempo vas descubriendo en tu camino tu propio destino.
Entiendo tu intelecto, tus
creencias, tus añoranzas hacia estas últimas, ese sentido del ser, de aquel pretérito
y estable estar, al encontrar, al observar que a medida que pasa el tiempo, los
pensamientos ambiguos e inconcretos van desapareciendo.
Entiendo tu necesidad de
esperanza, esa que, de manera abstracta, sin una definición concreta, te va
mostrando al mismo tiempo florecimiento y regresión, y observar que a medida
que pasa el tiempo, todo eje de equilibrio se va difuminando.
Entiendo tu mundo, tu
templo, sus altares, sus ilusiones, tu premura por acercarte a pesar de tus
temores, y a medida que pasa el tiempo, recordar que sencillamente debemos permanecer
sabiendo de nuestra capacidad de dirigir el poder interior, simplemente…