ELLA NECESITABA TERNURA

Ella buscaba ternura, la necesitaba…
la grandeza de saberse amada, respetada, tratada con mimo,
...la gente, sus prisas, la sociedad y sus grandes errores,
un avatar de circunstancias que avalaban una actitud egocentrista,
nada se encontraba ya, nada conducía a la reflexión necesaria,
se habían  borrado todos los caminos ¡incluso los que no existían!
todo, absolutamente todo había desaparecido para ella…

Yo reflexioné y exploré lugares donde tomar un nuevo aliento, quería…ayudarla,

con la vitalidad necesaria para que administrara sentimientos propios y ajenos,
y ella solo buscaba la afectividad, la comprensión a sus sensibilidades…
emanaba gestos cómplices, cierto, creyó que la ternura estaba en lo cotidiano,
le sugerí que indagara algo más en la diversidad, no lo entendió,
entonces le propuse que buscara en el museo de las palabras olvidadas…

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

 

 

BELLEZA INTERNA

Yo quiero domar su fiera interior, la que tanto la daña…
quiero y sé que sufriré, que sufrirá…
pero aun a riesgo de perderla para siempre, persistiré,
he visto ya su belleza interna, es maravillosa, insuperable…
ella no es consciente de ello, en realidad se esconde,
se esconde de sí misma…

Ella quiere empezar de nuevo, desconoce el camino a tomar,

voy a mostrarle alternativas sujetas a sus grandes cualidades,
a su patrimonio interno, a sus recursos infinitos…
ella elegirá, lo hará bien ¡estoy seguro!

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

YA ESTOY EN TI...

Y a día de hoy te observo, estoy pendiente de tus gestos,
si, eres tú, hablo de ti, para ti, contigo…
lazos muy especiales han cruzado fronteras,
bordes de apariencia remota, que ya no tienen vuelta atrás.

Sentidos y sensibilidades han llegado ya a acuerdos importantes,

se han accionado ya las opciones que se convierten en razones,
he de seguir adelante, intentar encontrarte,
hallarte sabiendo exactamente donde estas, pues estás en mí,
en mi vida….en mi alma ¡te quiero!

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

 

AMARSE

Ellos en realidad se quieren, no, es más simple, pienso que se aman…
ambos lo saben, pero juegan, es su modo de complacerse,
se recrean en lo que algún día podría ser inevitable,
una ardua tarea les apremia, percibirse; averiguarse…
les estimula pensarse, pues ya se conciben…
en ocasiones surgen incertidumbres y miedos,
desasosiegos, temores razonables y preguntas sensibles…
y es fácil, solamente han de aprender a contemplarse…
desvincularse sería como robar el aire…consumirse.

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

NO QUIERO CONTAR LUNAS

Quisiera dejar de añadir lunas a mi atmósfera, aunque no deseo abandonar las estrellas, las que brillan y las que no, puesto que junto a ellas he encontrado mi vida, quizás este espacio en el tiempo sea el que siempre he soñado. Hasta ahora, con bajar el telón de mi horizonte de sucesos, había sido suficiente, ahora ya no lo es, ya no quiero ver ciclos, quieren contrastar esta dimensión, el lugar donde viven los cuerpos celestes…conmigo.

Desearía también, poderme acercar a una estrella, mi estrella predilecta, la que me mima, la que resulto ser un planeta y un planeta es un mundo, si, un mundo por descubrir…casi nada esta determinado en el, solo el día y la noche, sin embargo, incluso en el crepúsculo todo se percibe y es que el día y la noche se piensan, se intuyen, se aman…

Me gustaría poder vivir con mi estrella y con ella crear un entorno gravitatorio, con una estructura de miles de colores y aromas a incienso, y todo ello sin dejar de relacionarme con las demás, las que representan la felicidad, la libertad…

Anhelo también que cada estrella, encuentre su propio escenario de colores, junto con las esencias que las cautiven…

¡sed estrellas si queréis!

¡sed planetas si podéis!

SED FELICES ¡SIN MAS! PERO NO CONTÉIS LUNAS…

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

EN REALIDAD… DE TI NACEN MIS POEMAS

Tras cada letra que escribo existe un estímulo,
al vincular cada uno de los grafemas, nace…una sensación,
efluvios inconmensurables se unen, permiten la complicidad,
componen percepciones y accionan toda mi sensibilidad,
las emociones a su vez, dejan de formar parte de los más básicos sentidos,
quizás es una retórica compleja para un laberinto entendido, mesurado…
…y es que en el fondo detrás de cada emoción ¡estás tú!

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

VIEJOS RECUERDOS...

Me enorgullece saber que tú lo lograrás,
me satisface, aunque yo sepa que fracasaré,
lograr, conseguir, qué más da…
estoy vacío de vanidad, tú me liberaste de ella,
me desvinculaste cuando tú y yo simplemente…éramos,
gratas rememoranzas de tiempos pretéritos,
alusiones directas a verdades justificadas.

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

EL SUEÑO PERFECTO

Era una noche apacible, perfecta para el cumplimiento de anhelos…
la atmósfera y sus circunstancias eran inmejorables,
de un modo repentino e impetuoso pude advertir tu presencia,
me embargaba la emoción, ligada a una cálida percepción…

Se hacia imperativo encontrar el origen, deambulé por el tiempo…

súbitamente emergiste, o yo descendí, pero eras tu…el fundamento de todo y de nada,
sonreías, en tu quietud me observabas, cierta conmoción me invadía,
quería aproximarme, algo lo impedía ¡perversa gravidez! me dije…

La razón que proporciona la suerte retorno a mi, precisaba un movimiento inactivo,

presteza y dinamismo solo en mi mente se hallaban, accioné todos los argumentos…
solo así,  a ti me uní…ya te rozaba, acariciaba tu piel, te abrace, me anexé
jamás me desligaré….      

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

 

LA VIDA INCESANTE

Es fácil vivir en un barco de vela, en navegación infinita,
quizás tan eterna como toda una vida…
todo es sencillo, no hay preocupaciones cíclicas e imperecederas,
solo has de dejarte llevar por la rutina de a bordo,
que es el hábito de vivir en plena libertad…

Claro está, que previamente tienes que estar en armonía con tu tripulación,

aunque esta última sea la soledad,
pero incluso esto último es más fácil navegando, que en tierra firme,
este es un elemento hostil a veces, el mar omnipresente es la vida incesante…

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

CANCIÓN ERES TÚ...

Quería escribir una canción,
para serte sincero, quería crear una melodía para ti,
tomé unas notas en mi dedo corazón, a su vez, este manifestó su sentir,
crea una armonía de colores, bonitas tonalidades, postuló,
el preludio generó en mi olores a incienso, sabores a miel,
nada engendre, nada concebí, la canción eras tú…

Contigo  despertó el verdadero sonido de mi voz,

improvisación rítmica, melódica y armónica, mi niño interior…
perdí todas las desconfianzas e indefensiones, verdaderas o soñadas,
volví a llenar espacios deshabitados, conocí mis propias indiferencias,
pude permitirme imperfecciones y debilidades, supe de tu complacencia,
si, aquí, en soledad medité con tu recuerdo, con tu presencia…

Aun me cautiva mantener la calma…mirándote, observando oscilaciones perfectas,

he cultivado el arte de cuidarte, asistido por mi verdadera realidad,
ya no quedan dudas ni temores… ¡canción eres tú!

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

SIMPLEMENTE UN SUEÑO

Habían pasado ya muchos años, tiempo mas que suficiente  para un olvido definitivo, pero la existencia que en este aspecto es cuanto menos intrigante, por no declararla desleal, no entiende de permanencias y adopta atributos infinitos…

Os describo lo acontecido:

Fue ella la que se le apareció de nuevo, pura casualidad, sin duda alguna…el, al verla a lo lejos, al principio dudó, aquella presencia iba adoptando forma por momentos y le era familiar esa silueta, su faz, sus ojos, su fino cabello…sin mediar palabra, ella invadió su espacio vital y le beso en la mejilla, el le correspondió con un gesto semblante, en aquel instante llegaron a sus mentes todos los momentos emocionantes de épocas  pretéritas, exentas del cúmulo de responsabilidades actuales, fue un retorno al pasado, un pequeño placer para los sentidos aunque de gran dimensión psíquica y espiritual…   

Al intentar iniciar una conversación, aquel entorno empezó a difuminarse, la tangibilidad  desapareció totalmente, toda armonía se torno estridencia…en un lapso desperté, si, había sido un sueño…aun así, he de decir que “el” era yo y “ella” ha pasado por mi vida…

Algún día, os contaré toda la conversación que no iniciamos, la imperceptible, se encuentra en una dimensión inaccesible para mí en este momento, pero la secuencia ya se ha iniciado y estos procesos no entienden de permanencias y adoptan atributos infinitos…

       
Pedro L. Villalonga y Cardona

UN HOY....¡PARA SIEMPRE!

No conozco tu pasado, no soy participe de el…
aunque eventualmente muestras sus trazos,
dolencias adornadas con resistencias,
mas puedo valorar estelas,
tus alusiones exentas de palabras,
senderos faltos de origen,
vencimientos sin desenlace…

Busco la delicadeza de la existencia,

tu eres su presencia y mi propósito…
alma y comparecencia de la inocencia,
materia de creencias, convicciones y empeños,
conozco ya un esbozo de tu inspiración…

¿quieres ser parte de mi presente?

solamente quiero un ahora…¡un hoy para siempre!

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

SUEÑO…

Sueño siempre con ese lugar que busco,
Quizás, intente encontrarme en mis deseos,
Tal vez esté indagando en el olvido,
Alusión inequívoca de pretéritos revoloteos…

Vuelo, haciendo uso de mi intelecto inquieto,

Siempre nuevos propósitos e intenciones,
Nada obstaculiza tendencias ni estilos, 
Me hospedo en un gran ambiente, el hotel “la serenidad”.

Pedro L. Villalonga y Cardona

BELLEZA...

¿Qué es la belleza? ¿Cómo se cuantifica?
¿Es la belleza es una simple percepción que nos genera placer?
Qué fácil es asociarlo a aquello que agrada a la vista,
¿Y el resto de sentidos? ¿No la conocen?

Por supuesto que si…

Tocar los sonidos de que origina tu voz…

Oír el perfume generado por tu sensibilidad…
Degustar las palabras que has pensado…
Oler sueños engendrados para compartir…¡conmigo!

Todo eso, es también ética estética, asociada a la delicadeza.

Pedro L. Villalonga y Cardona

 

 

DETALLES...

Aun habiendo pensado en todos los detalles, siempre queda algo por mejorar….aquella simple palabra que debía haberse pronunciado con cierta delicadeza, aquel matiz, aquel colorido que debía haber dado entusiasmo…¡quizás pasión!

Pedro L. Villalonga y Cardona