miércoles, 23 de septiembre de 2015

OTOÑO

 
 
“Los sollozos más hondos del violín del otoño son igual que una herida en el alma de congojas extrañas sin final”.
 
Paul Verlaine
 
 
 
Día de nubes, grandes ideas, llega a mí la tormenta,
equilibrios imposibles, brotan los dolores del alma,
¿Dónde hallaré la frontera entre lo deseado y lo alcanzado?
Espero, observo ese árbol, analizo sentidos,
¿Terminaré en un abrazo? ese simple y sensible roce
¿Hasta cuándo he de soñarlo?
Y miro, te veo, pero la urna de cristal no se rompe.
Son cálidos tus ojos, siento que me atraviesan, pero no me ven,
y afloran en mi sentimientos y sensibilidades.
 
Sale el sol, las nubes se dispersan, la tormenta se va,
mi mente es frágil y los daños significativos, nada cambia,
colores extraños, algo ocurre, ya no impresionan como ayer.
Sigo buscando, te veo a lo lejos ¡no! no eres tú,
estoy cansado, pero no voy a parar ahora,
continuaré buscando, sé lo que quiero,
un abrazo, el abrazo, tu abrazo.
Cuando lo encuentre en ti, me habré encontrado a mí mismo
y nuevamente llega la noche, esa oscuridad…narcosis
quizás al despertar caerá el muro y el mundo que nos separa.
 
Pedro L. Villalonga y Cardona


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