viernes, 12 de abril de 2013

ESCRIBIR CON SENSIBILIDAD

En ocasiones, el entusiasmo supera la inspiración y la inhabilita, el frenesí por comunicar entorpece la iluminación, considero que cierta frialdad de carácter es lo que definiría al buen comunicador de sentimientos y sensibilidades,  al empezar a escribir algo piensas proyectas, planeas, inventas, ideas, imaginas y no dosificas lo suficiente…    

Para mí todo tiene un porque ¿altitud quizás? Puede parecerlo, pero no, es el carácter, el mío en particular…
Expongo todo esto porque hay en este lugar un buen número de personas que me leen y creo que tengo la obligación de comunicar la estructura que utilizo para expresar afecto, ternura, delicadeza o pasión y porque no decirlo, enfado…

Todas mis historias tienen un denominador común, tres diferentes ángulos de lectura, si, tres a partes iguales y en todas sus vertientes.

La primera es la trivial, una simple narración que se interpreta superficialmente, a este nivel todos deducimos más o menos lo mismo.   
La segunda es la de los sentimientos, no difiere mucho de la primera, pero incide y los remarca , puesto que son los autores de las disertaciones anterior y posterior, intentando siempre emitir positividad.

La tercera es personalizada, suele estar destinada a una persona concreta o a un grupo de ellas previamente elegidas.
Mi nivel de satisfacción es del 66,6%, no diré en qué punto encuentro el fracaso, eso os lo dejo a vosotros.

Muchas gracias por vuestra atención una vez más.

Pedro L. Villalonga Y Cardona

 

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