no nos pensamos, nos equiparamos, no nos interpretamos, nos ojeamos,
no nos cultivamos, solamente estudiamos, no descubrimos, no investigamos,
otros lo han hecho ya por nosotros y en este lugar deambulamos.
Si la libertad es quien nos define, la opinión es quien
debe unirnos,
la discrepancia acercarnos, disentir no es rivalizar, es
enriquecer…opinar es perfeccionarse, conversar remontar juntos,
aproximar es un contraste, verificación de una sociedad vital.
Cuando alguien fue afectuoso, tierno, hermoso, este suele
ser su epitafio:
Cuando en apariencia no queda nada, en realidad todo
permanece,
en nosotros reside una definitiva e incondicional belleza,
nuestros recuerdos… el vínculo que se estableció en su momento, nunca prescribe,
es la vida simplemente, un pacto establecido con anticipación.
¿Por qué no nos buscamos, no nos valoramos y
justipreciamos a nosotros mismos y a los demás en el momento preciso?
Es triste, pero preferimos dejarlo por escrito, para que
sea visto y si lo anunciamos sobre maderas nobles y en letras doradas, mejor
todavía, ¡cuánto se querían! dirá la gente ¡cuánto se amaban! pensarán, PERO LA
REALIDAD ES QUE ELLOS NO LO SABÍAN…
Pedro L. Villalonga y Cardona
No hay comentarios:
Publicar un comentario