habitamos un lugar sensacional, privilegiado,
nos divertimos como si fuéramos niños,
nuestra sonrisa nos hace cómplices en cada mirada,
nos aproximamos a lo sublime, lo percibo… te percibo.
En ocasiones vuelven los antiguos recuerdos,
rememoraciones de variopintos colores,
contamos con momentos y emplazamientos,
la fascinación nos abastece, nos cobija,
alienta el espíritu, aleja lo inconveniente,
y empieza el acercamiento, somos atracción…
¡Ya pertenecemos a un vínculo perfecto! Nosotros…
una relación basada en la inminencia,
ya no quiero despertar ¡no estaré contigo!
pero ¿y si al final el sueño languidece?
que seré yo ahora sin ti, si eres parte de mí,
ya no quiero despertar, no quiero y tampoco lo deseo…
Pedro L. Villalonga y Cardona
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