Ahora mismo estoy realmente relajado, he dejado atrás todas las
preocupaciones, olvide todos los anhelos propios y ajenos, quiero quedarme
dormido, se que alcanzaría la
fase de mayor profundidad del sueño sin apenas hacer paradas en los estadios
anteriores, puedo notar el peso de mi cerebro en la cavidad craneal pero el muy miserable
al mismo tiempo está dando ciertas y picarescas órdenes para que no sea así, está suministrando energía,
me obliga a permanecer despierto a toda
costa y es que mi sensatez es en el fondo es poco bohemia, está demasiado
vinculada a los tradicionalismos, es una conservadora nata, por otro lado y
debido a la contumacia de la misma, podríamos decir que las
circunstancias mencionadas me conducen una y otra vez a un equilibrio sin
ambiciones, si, a una ecuanimidad que en este preciso instante no deseo, no se
me antoja favorable en estos momentos, yo solo quería dormir, me apetecía
soñar, lo deseaba vehementemente…, ¡yo ya soñaba que estaba
soñando!
Pedro L. Villalonga y Cardona
No hay comentarios:
Publicar un comentario