Somos participes de nuestra propia orquesta, cada músico es una
nueva prolongación, con su propio
criterio, pero en definitiva una gran imagen y semejanza, de hecho los
instrumentos de cada uno de nosotros son una verdadera fusión de nuestras
composiciones.
Ahora somos poseedores de una nueva luz o quizás diferente,
no somos conscientes de ello todavía en su totalidad, el tiempo nos mostrará su
resplandor, de hecho ya fuimos poseedores de su claridad en otros tiempos…, así
seguirá siendo hasta que nos volvamos a reunir, desconozco la forma, pero del
mismo modo que el mundo continua, nuestro rigor nos mostrará el camino…
Namasté!
No hay comentarios:
Publicar un comentario