"No
te rías nunca de las lágrimas de un niño. Todos los dolores son iguales"
Charles
Van Lergerbhe
Le escribo
a quien llora todas las noches al irse a dormir, a aquell@s que tiene
pesadillas con su horrible pasado. Le escribo a la inseguridad personificada...
sí, a ese chic@ que esconde sus mejillas rosadas tras los mechones de su pelo.
Le escribo a quien cree que no existe el consuelo, que el dolor es un estado
emocional interminable, irreversible, sin ningún tipo de cura. Le escribo a
quien guarda sus emociones, sus letras, sus expresiones... a quien tiene miedo de que oigan su voz. Le escribo a quien le teme a
la oscuridad, a quien le aterroriza el mundo en sociedad, a quien todavía tiene
pánico a los insectos. Le escribo a quien no puede olvidar a su amor y siente
que le han desgarrado el alma. Le escribo a quien se abraza la soledad. Le
escribo a quien sólo es feliz en un mundo de fantasías llamado
"libros". Le escribo a quien no cree en sí mismo, a quien no se
considera muy importante. Le escribo a quien nunca se encuentra conforme
consigo mismo, a quien repudia sus "enormes" y "horribles"
defectos. Le escribo a quien se siente rar@. Le escribo a quien se encuentra en
una punta de la clase mientras el resto del aula se dedica a desprender carcajadas burlonas.
Le escribo a quien se compara con alguien más, a quien vive pensando que
probablemente no vale la pena esforzarse... porque siempre hay alguien allá
afuera que es mejor. Le escribo a quien olvida todas sus cualidades, cada vez
que alguien le recuerda cuán "inferior" es. Le escribo a quien no
sigue sus miedos por temor. Le escribo a quien lamenta todas esas cosas que
hizo. Le escribo a aquel que se burla y humilla a los demás, sólo y
sencillamente para cubrir sus propias inseguridades…
¡OÍDME! Tenéis que saber que todas esas emociones son humanas. Todos vosotr@s sois únic@s y vuestra vida es crucial en este mundo. No estáis sol@s. Sé que es un mundo difícil, con gente difícil, con situaciones difíciles... ¡pero incluso en el sitio más oscuro, una pequeña luz resplandece! Mantened vivo el fuego de la pasión, del respeto, de la admiración, de la personalidad... todavía no se ha perdido toda la humanidad que proviene de esa humildad esperanzadora y de la que tantos como yo escribimos!
¡OÍDME! Tenéis que saber que todas esas emociones son humanas. Todos vosotr@s sois únic@s y vuestra vida es crucial en este mundo. No estáis sol@s. Sé que es un mundo difícil, con gente difícil, con situaciones difíciles... ¡pero incluso en el sitio más oscuro, una pequeña luz resplandece! Mantened vivo el fuego de la pasión, del respeto, de la admiración, de la personalidad... todavía no se ha perdido toda la humanidad que proviene de esa humildad esperanzadora y de la que tantos como yo escribimos!
Solo son cosas mías
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