“Mientras que para la sociedad no existe mayor pecado que la
vida contemplativa, los más cultos opinan que la contemplación es la ocupación
natural del hombre”.
Oscar Wilde
Las
circunstancias de mi vida me permiten atesorar momentos y espacios para
contemplar sin pertenencias ni usufructos, son simplemente dimensiones de vida contemplativa,
volúmenes de tiempo productivo en realidad… emplazamientos para observar.
Las
personas, en nuestro devenir cotidiano vamos dejando huellas, indicios
inequívocos de comportamientos ya establecidos y perfectamente definidos.
Examinar, analizar e incluso curiosear con responsabilidad nos permite ver
heridas y cicatrices imperceptibles en paisajes prediseñados como espectáculos…
Como ya
dije una vez, no soy ni mago ni hechicero ni vidente, simplemente no me dejo
llevar por una involución que nos conduce a lo absurdo y no permito que esa
insensatez incoherente pase a ser “lo cotidiano”, tampoco me agrada la
indiferencia que considero una falta de responsabilidad.
No sé
si actuó así porque es mi proyecto en la vida o
habrá sido la propia existencia la que se tomó la molestia de dejarlo
intrínseco a mi persona, sea como sea, algo realmente bonito emerge como
desenlace de todo ello ¡te he conocido a ti! Y eso, si ha valido realmente la
pena…
Pedro
L. Villalonga y Cardona
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