“Cosas
quiero, como una gran ola de ternura deshaciéndome un ruido de caracol, un
cardumen de peces en la boca, algo de eso frágil y desnudo, como una flor a
punto de entregarse a la primera luz de la mañana, o simplemente una semilla,
un árbol, un poco de hierba”.
Gioconda Belli
Susurrando desplegamos caricias
explorando sin límite nuestras fronteras
cálido cobijo; brazos; almas; manos; sueños
estímulos desmedidos, ilimitados.
Dibujamos
la ternura con nuestra anatomía
y de la tierra surgió nuestro lecho, de la hierba una ligera frazada
la arena compuso una almohada de armonías.
Escalamos
juntos por lienzos de paredes el placer
y con palabras escogidas al azar nos atamos a la vida,
sintiéndonos unidos, mientras el sol y una suave brisa nos acariciaban.
Fuimos troncos de aquel árbol al enlazarnos
paseamos por las afueras del tiempo, intervalos de instantes
nos amordazamos, fugitivos, amedrentados,
libres y osados
…demencia deliciosa y voluntaria.
Pedro
L. Villalonga y Cardona
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