"Vivimos en
soledad porque, alienados por lo superficial, eludimos nuestro ser más
profundo".
Lo que quiero decir es que el dolor se queda arraigado a ti, a tus entrañas,
tienes un nuevo invitado a la fiesta y tú no le habías convocado ¿verdad?
Engullido por la subsistencia, uno se deja llevar, cede motivos y no sabe
exactamente cuáles son ya las heridas, pero estas están ahí… Así son las rozaduras
y los rozamientos: No se pueden sujetar y mostrar; las únicas que se pueden enseñar
son las fricciones menores, tal vez son las permitidas como “sociales,
convencionales y lógicas” ¿no? ¡Pues no! Eso son rodamientos, vivir es otra
cosa.
Pedro L. Villalonga y Cardona
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