Usufructuamos
coordenadas imprecisas de tiempo y espacio; ahora es la noche que en cierta
manera nos anticipa un final, pero… llegan a mi auténticas sinfonías de sonidos,
resultado de grandiosos y armónicos silencios
en la quietud. Abandono calladas palabras, nace un color, una luz, un aroma
¿eres tú? Te presiento, adivino escollos
y rompientes junto a peñascos con tan suaves y labradas formas… Los alisos
sembrados entre lagunas nos prestan su brisa.
Abro los ojos, un
trémulo ruido de hojas, gotas de llanto de la lluvia, inconstancia del viento,
presente precioso, nada está ausente… un sol logra abrirse paso entre los
pétalos ¿eres tú?
Pedro L. Villalonga y Cardona
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