En realidad no sé si es el viaje o las horas que
estuvimos preparándolo, (el tiempo, si, el que ahora ya no importa…) con sus
grandes y pequeños detalles, la emoción que nos generaban nuestras largas
conversaciones telefónicas, las de nuestros planes y las de la vida en sí
misma, ahora he sabido que las esperabas con más impaciencia de lo que yo creía y es que en el fondo éramos amigos, de los
verdaderos, de los que no fallan.
Has de saber que te echo mucho de menos, algo mío
se fue contigo, pero sabes, siempre está en mi mente nuestro puente, el puente
del último día, el de todos los últimos días de nuestros viajes, el de nuestras
reflexiones...
Algún día, cuando reúna la valentía suficiente volveré a él, tu no estarás, precisamente por ese motivo ahora mismo, de mis ojos están cayendo lágrimas, si lagrimas que son como palabras que no te dije pero que tú ya conocías, algún día volveré, te lo prometo…
En ocasiones, en sueños me he convertido en él y te he buscado, creo que un día te vi, pero estabas muy lejos, al rato desperté y algo quedo en mi, esa luz en la lejanía…¡te quiero y te querré siempre!
Algún día, cuando reúna la valentía suficiente volveré a él, tu no estarás, precisamente por ese motivo ahora mismo, de mis ojos están cayendo lágrimas, si lagrimas que son como palabras que no te dije pero que tú ya conocías, algún día volveré, te lo prometo…
En ocasiones, en sueños me he convertido en él y te he buscado, creo que un día te vi, pero estabas muy lejos, al rato desperté y algo quedo en mi, esa luz en la lejanía…¡te quiero y te querré siempre!
Pedro L. Villalonga y Cardona
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