Busco
en tu piel el beso, mi sueño, largas
caricias…
te acurrucas en mis brazos y doy calor a tu cuerpo,
nos
abrimos más y más al abrazo,
caricias sinceras y tibias,
pensamientos, fantasías y esperanzas.
Quiero
llegar a ti ¿me dejas soñar? ¿Entrar por tus parábolas?
Palpamos vínculos invisibles, extremos, y vibramos…
Entonces
ciertos olores despiertan mi cuerpo, aromas eternos.
Me enseñas el rumbo, deseo beber de tu miel,
se nublan nuestros ojos, cumplimos
nuestros anhelos,
vida que
fluye, sube, baja, nos rodea… sentimos calores,
nos
queremos dentro, nos queremos fuera y es íntimo, profundo.
Llegamos juntos a lo que ambos nos queremos regalar,
abrimos placeres, puentes de delicados movimientos,
gozamos…
Nos estremecemos, temblores,
avalanchas, sensaciones,
placer
intenso, presiono en la piel de la cumbre,
abrimos el cielo en besos
largos, labios
húmedos, pelvis, aire…
Las hojas
que nos mullen estallan y el suelo se estremece a nuestros pies.
Pedro L. Villalonga Cardona