martes, 30 de junio de 2015

LOCURA




“La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca”.
Heinrich Heine

 
Me preguntaron ayer sobre la locura y en verdad os diré que me cautiva esta palabra. Tiene tantas definiciones… existen tal cantidad de intensas e inmensas formas de describirla. En primer lugar me centré en esta:

“Acción imprudente, insensata o poco razonable que realiza una persona de forma irreflexiva o temeraria”

¿No os causa esta acepción una insólita y a su vez conocida sensación? Bueno, quizás soy solo yo, pensé, pero al momento llegaron a mi cabeza más preguntas ¿Cómo vivimos? ¿Cómo nos educan? ¿Quiénes lo hacen? ¿Con que fin? Como no podía ser de otro modo llegué hasta quienes nos administran, los que toman las mejores decisiones para nosotros, “los que tienen la llave de la despensa” entonces me rendí, no puede ser me dije…

Entonces me sentí mal, debía encontrar algo mejor ya que locura es casi mi palabra favorita… y si, encontré algo que se presumía preferible:

“Entusiasmo, interés, sentimiento exagerado o muy intenso…”

En ese instante me sentí algo aliviado, pero volví a cuestionarme y es que relaciono mucho la locura con la libertad, le inyectaré valentía y será perfecto. No encontré ubicación para este último vocablo, me quedé perplejo, no era capaz de colocar esta palabra, me resulto imposible, entonces hallé la verdad, mi verdad:

Trastorno o perturbación patológica de las facultades mentales”

Y me tranquilicé.

Pedro L. Villalonga y Cardona
 

 

martes, 23 de junio de 2015

PALABRAS Y CONGAS, PROMESAS Y RETUMBADORAS

 

“El verdadero significado de las cosas se encuentra al tratar de decir las mismas cosas con otras palabras”.

Charles Chaplin
 
 
 
Nunca dejes de sentir, te garantizo que la vida está abierta en palabras y poemas, no permitas que se apague el fuego de tu etiología, aunque se emancipe tu cuerpo. El hombre siente siempre al mirar al afecto, aunque este, esté lejos. 
Indaga hasta tu esencia, mírala, imagínate dándole otra forma, entonces mimándola, argumenta y clausura. Después, cruza el mundo, admite el otoño y pinta otro lienzo con colores adaptables a melodías con voz y parte, sin pretextos, tejiendo a su vez bonitos y noveles vocablos.
No escuches jamás los tambores giratorios, solamente las congas de requinto y las retumbadoras, vive su fusión, no cierres nunca tu ventana, deja que fluyan las palabras, promesas u ofertas, que se reten entre la noche y el día, nada y todo rehusará su lugar, recuerda que el tiempo ya no es distancia, aunque apriete dolor, aunque muerda, no permitas que nada oscurezca tu espacio. 

Pedro L. Villalonga y Cardona

 
 


viernes, 19 de junio de 2015

EL SAQUITO DE LOS ANHELOS



Ella abrió las cortinas de par en par, dejando que la luz de la luna llena entrara en su dormitorio y se reflejara en su cama. Encendió una vela y le brindó esa luz, entonces su fuerza y la de la luna brillaron y bailaron al unísono, en perfecta armonía.

Acurrucada en su cama, hecha un ovillo y abrigada con su manta favorita, abrió un saquito de terciopelo, aquel donde guardaba sus deseos, livianos, casi transparentes, apenas perceptibles a ojos de los profanos, pero con un peso y una profundidad muy importantes para ella.

Allí desparramados, desordenados... los acarició con ternura, los fue cogiendo uno a uno, sintiéndolos en la palma de su mano, percibiendo su vibración, su potencia. Estos le hablaron de necesidades del alma y del corazón y le contaron de requisitos físicos y espirituales...

Eran deseos sencillos... salud de cuerpo y alma para sí y para los que quería; felicidad para ella misma y para los que formaban sus círculos; prosperidad, sensatez y responsabilidad para sí misma y el mundo que la rodeaba; capacidad de aprender, de crecer y mejorar... Tenía ya la habilidad de vivir sin juzgar, la paciencia y su confianza...

Debajo de todos esos anhelos había quedado uno escondido, con cuidado lo liberó, tiró despacio para no romperlo y vio que era el amor, quizás el de su vida, el definitivo. Ya no se acordaba de que lo había introducido en el saquito de los deseos, en alguna luna llena anterior.

Lo observó y sonrió, ese deseo había cambiado, vibraba distinto, ya no era tan brillante, tan... exigente, se había transformado, ahora era un deseo reposado, maduro, consciente, sopesado y claro, ella deseaba volver a querer, claro que sí, deseaba ser amada de nuevo, evidentemente, pero ahora ese deseo de amor le hablaba también de amor a sí misma, por encima de todas las cosas. Pasó el tiempo de las locuras - aunque no estoy seguro de si las vivió todas - ahora era el tiempo de las conversaciones con la luna...

Recogió cariñosamente sus deseos y volvió a depositarlos en el saquito de terciopelo, esperaría la llegada de otra luna llena, se dejo olvidado el amor, no lo introdujo en el saquito, pienso que quizás es que había llegado la hora de los sueños perfectos.

Sólo son cosas mías



 

 

 

miércoles, 17 de junio de 2015

PODRÍA


“Si se me pidiera que definiera en pocas palabras el término arte, lo llamaría la reproducción de lo que los sentidos perciben en la naturaleza a través del velo del alma.”

Edgar Allan Poe




Podría escribir millones de palabras, describir miles de sensaciones, podría hablarte del viento del norte, escuchar los latidos de tu corazón mientras me hablas de tu vida, de tus sueños y todo ello junto con la lluvia de ayer, podría hacer uso de resortes lingüísticos impresionantes e inigualables, podría disfrazar la realidad con indumentarias verdaderas, podría crear un ceremonial teatro de lo absurdo... Pero en realidad sería suficiente con que estuvieras aquí, en este lugar, conmigo, aquí todos los idiomas son uno, el tuyo.

Pedro L. Villalonga y Cardona
 
 


 

martes, 16 de junio de 2015

DEMENCIA DELICIOSA

 
 
“Cosas quiero, como una gran ola de ternura deshaciéndome un ruido de caracol, un cardumen de peces en la boca, algo de eso frágil y desnudo, como una flor a punto de entregarse a la primera luz de la mañana, o simplemente una semilla, un árbol, un poco de hierba”.
Gioconda Belli
 
 
 
Susurrando desplegamos caricias explorando sin límite nuestras fronteras  cálido cobijo; brazos; almas; manos; sueños  estímulos desmedidos, ilimitados.
 
Dibujamos la ternura con nuestra anatomía y de la tierra surgió nuestro lecho, de la hierba una ligera frazada la arena compuso una almohada de armonías.
Escalamos juntos por lienzos de paredes el placer y con palabras escogidas al azar nos atamos a la vida, sintiéndonos unidos, mientras el sol y una suave brisa nos acariciaban. Fuimos troncos de aquel árbol al enlazarnos paseamos por las afueras del tiempo, intervalos de instantes
nos amordazamos, fugitivos, amedrentados, libres y osados …demencia deliciosa y voluntaria.
Pedro L. Villalonga y Cardona
 
 

domingo, 14 de junio de 2015

EN MÍ, CONMIGO

 
 
Nunca abandono lugares donde he vertido palabras. Constantemente recuerdo sentimientos engendrados por expresiones nacidas de instantes perfectos. Si la delicadeza de un momento mi vida ha florecido como consecuencia de un instante conciliado, vivirás siempre en mí, conmigo.
Pedro L. Villalonga y Cardona
 

viernes, 12 de junio de 2015

ME GUSTÓ

 
“Si no puedes ser lo que eres, sé con sinceridad lo que puedas”
Henrik johan Ibsen
 
Me gustó porque era casi perfecta, bonita, realista y radical, eso en cierto modo me recordó que nada en la vida es absoluto, en contraposición con su dogmatismo. De verdad creí que era alguien que tenía que hacerme pisar tierra firme.
Me gustó porque tenía secretos, cicatrices en el alma y un pasado que la hacía actuar de forma peculiar. Evocó mi lado curioso e intrépido y a su vez irresoluto, algo que destacar en realidad.
Me gustó porque creía que me convertiría en alguien diferente, día tras día, en la ilusión de un valiente. Mentira. Ni me salvó, ni la salvé, ella tampoco lo anhelaba. Sólo intercambiábamos palabras, al final, un día escribí el que podría ser considerado nuestro epitafio: “sea como fuere, nunca lo intentamos; disciplinas, usos y costumbres distintos y distantes”.
 
Pedro L. Villalonga y Cardona
 
 

jueves, 11 de junio de 2015

EN EL DESCANSO DE LA ÓPERA


"Algunas personas enfocan su vida de modo que viven con entremeses y guarniciones. El plato principal nunca lo conocen".
 
José Ortega Y Gasset                           


  
El director ha ejecutado el gesto final. En el ambiente quedan todavía como en suspensión las últimas notas. Una fracción de segundo las separa de los primeros aplausos. Se encienden las luces. El director ha secado levemente el sudor de su frente haciendo uso de un pañuelo antes de darse la vuelta para saludar… Mira a los espectadores de la platea en primer lugar y con un leve gesto de su cabeza, saluda. Observa después los palcos a diferentes alturas a izquierda y derecha y repite el movimiento.
Hace que toda la orquesta se ponga en pie para que los músicos compartan con él los cálidos aplausos junto a las grandes muestras de satisfacción. Entonces da la mano a la violín solista, Lily  y el público enloquece, ha estado fascinante…
Sorteando músicos sonrientes, el director se esconde detrás de las cortinas de terciopelo. Si todo ha salido bien saldrá a saludar dos o tres veces más, y al final cuando los aplausos vayan languideciendo, los músicos abandonaran el escenario, habrá llegado el descanso
 
En realidad, este es el momento que muchos esperaban. Ella con mantilla de seda en la mano sonríe al melómano adyacente y con semblante serio manifiesta: ¡Maravilloso! No confesará que para su gusto esta sinfonía es demasiado larga, además de algo insípida. Ha estado a punto de no venir, pero un pajarito le ha dicho que sus vecinos de la urbanización donde residen en verano iban a asistir, y claro, ella no va a ser menos, vaya a ser que piensen que…
 
Ha ido a la peluquería, a hacerse las uñas, la cera y una limpieza de cutis, que se me olvidaba. No contenta con todo ello ha obligado a su marido a “participar del evento”. El habría preferido quedarse en casa viendo el partido de fútbol ¡hoy juega el Barça! Pero ya se sabe “donde hay patrón no manda marinero”. En objetividad os diré que el aborrece la ópera y si,  ahora tiene que volver a afeitarse, ponerse la camisa nueva junto a la corbata de seda ¡siiiiiiiiiii! ¿No te acuerdas? Esa que tanto te gusto para reyes… Para aliviar su ánimo nuestro amigo piensa: siempre encontraré a alguien a quien saludar, con quien conversar…
 
Como os decía, estamos en el descanso y la señora y el señor están en el bar del teatro tomando unas copas de cava y sonríen y saludan y sonríen y saludan y sonríen….  Entonces llegan los vecinos, si, los de antes, los de la urbanización y ella con una enorme pamela de hilo de sisal tejido (repe, la había llevado en la boda de su sobrina jajaja, te he delatado) en la cabeza dice: ¡ayyyyy! Este Mozárt, si, con este acento… es maravilloso, sublime y es que desde que vi la película Amadeus es uno de mis músicos favoritos. El aprovecha un momento para preguntarle al camarero por el resultado del partido de fútbol… la cosa va bien “vamos ganando”.
 
Y la gente habla y pasea, se miran los unos a los otros y se besan…. Besos, besos, besos muchos besos! Se los ve radiantes, felices… es un autentico desfile de vestidos, peinados, joyas y como no, un muestrario de corbatas… ¿os lo había dicho? la de él es de seda (os lo había dicho pero ya lo tengo escrito).
 
Las dos señoras, las vecinas del verano conversan alegremente, ¿has visto a Yolanda? Pero qué poca gracia al vestir, que poco gusto… ¡es que no puedo ni mirarla! Y en verdad os diré que casi todas las conversaciones rondan un estilo similar.
Señoras y señores; se oye en los altavoces, les rogamos vuelvan a sus asientos,  en breve la obra va a continuar…
Uffff!!! Dicen las señoras al unísono ahora a aguantar otra hora y media… Los señores no dicen nada, no querían venir… En fin. FIN     
   
Pedro L. Villalonga y Cardona


 

sábado, 6 de junio de 2015

VARIABLES RECONCILIABLES

 
 "A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa, sino sólo entre las lágrimas, y entonces hay que saberse decidir por las más hermosas." 
 
Maurice Maeterlinck        
 
 
Sé que tú y yo solo necesitamos una ecuación de tiempo tal y como era entendida antiguamente; una corrección de espacio, algo que sumara verdad y belleza a todo lo compartido ya…  Podríamos establecernos en la hora 25, si, en su zenit, una hora sin tiempo en realidad… Simplemente la disfrutaríamos para averiguarnos, añadiendo o descentralizando valor a las incógnitas y es que soy consciente hasta la rotundidad de lo capaces  que somos de deleitarnos con el valor de las mismas… Ya conocemos cuáles son algunas constantes aplicables a emplazamiento y qué decir de nuestros números y coeficientes; rozan la perfección y esto no es simplemente una percepción… Razones de peso generan movimientos y siento además colateralidad en el desplazamiento… ¿Voy o vienes?  


Pedro L. Villalonga y Cardona
                                                                              
 
 
 

 
 
 
 
 


viernes, 5 de junio de 2015

VOLATILIDAD Y VIDA

 
“Persigo una utopía pero esta se me aleja cada vez que me acerco, entonces ¿para qué sirve una utopía? pues para eso, para caminar...”
 
 
 
Hay verdades y edades que persiguen palabras solo imaginadas, imágenes maravillosas residentes en cárceles de silencio, imaginaciones producidas por ilusiones inexistentes, voluntades que rebasan sensaciones que nunca se olvidan… porque no han existido, amores imposibles que se presumen eternos, músicas sigilosas e insolentemente atractivas que seducen la vida, horizontes con espectáculos de paisajes y personas, a veces incluso hay gentes que saben todo lo acontecido en tu vida y no conocen nada de ti…  
 
Pedro L. Villalonga Cardona
 
 
 

miércoles, 3 de junio de 2015

LA NECESIDAD DE UN ARMARIO…



“Siento como si hubiera entrado en un extraño espacio en otro mundo, donde cualquier cosa podía pasar, donde las identidades se podían cambiar como los zapatos. Donde esos pensamientos muertos estaban vivos nuevamente. Donde todos conseguían su final feliz para siempre”.
 
Gayle Forman


¿No se os ha ocurrido nunca que la vida es en ocasiones muy parecida a un armario? Sí, sí, un armario. Un lugar donde guardamos cosas de diferente índole, donde podemos mezclar aspectos del pasado, del presente y del futuro. Este, está lleno de cajones con cientos de pertenencias que nos abocan unas veces al orden y otras al caos.
En ocasiones me ronda la idea de que si miramos un armario podemos vernos a nosotros mismos, pudiéndose convertir así en una analogía clara de nuestra persona y más aún de nuestra verdadera identidad. Pero definir un armario resulta una tarea relativamente sencilla…Todos tenemos en mente nuestro guardarropa, sabemos qué es lo más preciado de su interior y lo que deberíamos desechar sin falta antes de que llegue la próxima temporada, y es que si no obramos así su capacidad de almacenaje quedara limitado, condicionado… 

Conocemos también cuales son la piezas que conjuntan mejor y queramos o no esto nos permite experimentar una sensación de leve alivio cuando estamos tristes, sabemos también de aquél que potencia o disimula nuestros atributos (pura fachada), donde se ubica específicamente aquella prenda que se nos antoja y lo que debemos escoger en menos de un nanosegundo cuando tenemos prisa. 

Pero estaréis de acuerdo conmigo, que preguntarse lo mismo acerca de nuestra persona es sin duda mucho más complejo. Seguramente necesitaríamos más tiempo y esfuerzo en responder a preguntas similares, como por ejemplo: ¿cómo somos? ¿Cómo nos definimos? ¿Cuáles son las estrategias y los recursos que utilizamos para relacionarnos? Y nuestras habilidades y capacidades más destacables, nuestros valores, los rasgos de personalidad que nos ensalzan y los que ante ojos ajenos nos debilitan, en fin…

Pedro L. Villalonga y Cardona  

sábado, 30 de mayo de 2015

ELLA

 
 
“La vaguedad de las palabras, hace perder el sentido de lo que es sabio”.
 
anónimo
 
 
 
 
El aire frío del norte resbalaba por su piel dejándola fría e inerte. Las verdes y blancas montañas se cubrían por un manto gris que poco a poco iba tapándolas, dejando sin ropajes a los robustos árboles que resistían en lo alto de éstas. No se oía nada, ni un ruido. La luna asomaba brevemente en lo alto, las pequeñas luces amarillas que adornan la noche estaban revestidas por una túnica negra, se avecinaba tormenta. Todo estaba en silencio, era en apariencia la nada, en realidad era nada y lo era todo.
 
Somos una simple mota de polvo en el universo, venimos y nos vamos. Algunos dejan una huella, pero las aguas y los vientos no tardan en borrarla. Nos creemos eternos, irrepetibles y sólo somos un pequeño destello que brilla brevemente en un firmamento, para luego desaparecer. No somos iguales, pero todos nos vamos con las manos vacías y el corazón lleno de algo. Lo que éstos lleven depende del rumbo que hayan llevado sus vidas: atrapadas en la superficialidad absurda del no ser, o libres de partir…

Empieza a llover. Los árboles huelen a madera, las flores se cierran para no ser destruidas y las gotas se van colando por su cabello y su cuerpo, dejando caminitos eternos que acaban en los charcos. Ella llora, las lágrimas se confunden con la lluvia, mira al cielo y ve el tapiz incoloro de agua que va cayendo. No todo está perdido, piensa, pero no siente, no hace frio, no hace calor. El tiempo no existe y nada importa. Somos partículas de tierra molida que se van con la lluvia…  
 
Pedro L. Villalonga y Cardona
 
 
 
 

viernes, 22 de mayo de 2015

PALABRAS

 
 
Me gusta recordar su voz, es lo único que tengo…
Me gusta rememorar como articulaba esa palabra,  
me gusta incluso añorar sus locuciones, pues sé de donde provenían.
Y es que hay palabras que parecen estar concebidas para que sea esa persona quien las pronuncie, terminologías con fonemas que emergen de la nada para que tú las vocalices y yo las proteja, expresiones que generan parábolas que tu propagas y yo atesoro…
 
Pedro L. Villalonga y Cardona


martes, 19 de mayo de 2015

SUEÑOS AL OTRO LADO DE MARES Y OCÉANOS


 
"El romper de una ola no puede explicar todo el mar"
Vladimir Nabokov
 
 
 
El amanecer y el mar que culmina colores me cuentan de ti, de tus aguas, de tu silencio que conduce a un océano de murmullos y acústicas placenteras. Allí puedo percibirte, es ya mar abierto y sosegadamente, sin zozobro advierto algo… ¿estarás dormido? escucho alaridos ¿serán las batallas de tus sueños? o simplemente el ruido de las olas respondiendo a mis preguntas. Pero y tú ¿Dónde estarás?
 
Vivo en sueños y batallas, que nunca guerras. El océano y yo somos antiguos camaradas, y si, en ocasiones rugen los mástiles y gritan las velas y tú me preguntas donde estoy… Y es que ni yo soy consciente de ello en ocasiones, trato de vivir sin tiempo y sin espacios comprensibles a los ojos de nuestros congéneres, pacto solamente con la vida ¿Eres tú? ¿Dónde estarás?         
 
Marlen Gutiérrez y Pedro L. Villalonga
 
 
 

 


domingo, 10 de mayo de 2015

A VECES…


"Quizás para el mundo eres una persona, pero para una persona eres el mundo.
 
 
 
A veces un extraño resulta ser tu identidad…
A veces una voz que no es la tuya resulta ser tu vida…
A veces un desconocido te observa en el espejo y te habla…   
A veces el dulce recuerdo de lo que nunca ha sucedido aparece…
A veces hablo contigo y me quedo contigo y me quedo contigo y…
A veces tu nombre es tierno e inteligente y eso para mí es siempre amor.  
 
A veces me baño en un mar que está sazonado por tus especias…
A veces la vida y tus razones separan propósitos y sentimientos…
A veces mi casa tiene olor a ti, aroma a café que podría ser yo…
 
                                                                                    Pedro L. Villalonga y Cardona
 

 

sábado, 9 de mayo de 2015

MANOS, LAS MANOS, MIS MANOS...



“Amo el desvarío de tus manos y las montañas de sueño que me tocan: alas para borrar mi aquelarre de mundos que no entiendo”.
Delia Quiñonez
 

 
Había una vez un magnifico mundo de manos, manos que bailaban en función de las necesidades de sus propios sentimientos, manos que de tarde en tarde olvidaban el mundo que las rodeaba… manos que contemplaban otras manos, manos que acariciaban otras manos, si, manos rozando manos… era maravilloso aquel mundo en mis manos.  
Vivía el fantástico misterio de destrezas a través de las cuales y acariciando  maderas, cuerdas y metales me emocionaba, creaba un mundo sólido y propio, habitable y completo, y estaban aquellas manos siempre a mi lado, siempre…
Ahora escribo y describo, en ocasiones me dibujo en este frío teclado que en ocasiones me perfora el alma, me transfiere cierta gelidez desapasionada. Antes lo hice en aquel antiguo piano, la disimilitud es que aquel metalófono jamás me dejaba indiferente, a su manera me acariciaba haciendo uso de su tacto armónico y delicado… si, tenía manos.
Ahora concluyo, es el final y ofrezco mis manos a modo de leal amistad… Ya me diréis si la aceptáis, aunque no prometo mi mundo inicial, ya no existe, se fue con perentoriedad a recorrer la geografía del deseo perfecto.    
        
Pedro L. Villalonga y Cardona